¿No lo entiendes?

«Cuatro paredes»

Observa mis carnes: ya empiezan a calcinarse en la hornilla.

¿Qué pasa?
¿Qué es lo que tenemos?

La hoja del centro también está arrugada, ¿acaso no lo notas?, ¡ya todas las hojas lo están!, ¿por qué no lo notas?

Los dedos ya están cansados de tanto escribir en páginas que se esfumarán dentro de poco. Se cansaron, ¿no te das cuenta? Los ojos también, por más que intenten esquivarte, se cansan en el camino, y tú insistes en seguir caminando.¿No lo entiendes?

¿No lo entiendes?, ¡qué lástima!

[...]

¡Seguiré caminando!, ¿me acompañas? Prometo ya no hablar. ¿Vamos?