<<Operación poética>>
Jamás existió una señal, nunca apareció la dirección, y me enamoré... El día se convirtió en martirio y la noche, cómplice de mis suspiros, el escenario perfecto para crear una novela de doble filo. Observo el mar a la distancia, grito mientras callo, enciendo hogueras como un rito y las extingo con miradas perdidas en el firmamento. ¡Deseo soñar!
Jamás un nosotros, pero aquí estoy, guardián de tus sueños profundos, pecado de tus encantos.
Jamás una palabra, nunca apareció la aprobación, y me enamoré... Mientras tú callas, el silencio se convierte en duda, la atmósfera cambia, tú cambias... no más explicaciones. Todo se acabó, acabó el inició de lo que nunca empezó. ¿Porqué el temor? No te dejaré sola. Aunque la lluvia se convierta en tormenta, a mi lado, todo se mantendrá en calma y los mares agitados se estancarán en lagos que reflejarán a la luna, la estrella de la noche; la luna, el hermoso reflejo de tu rostro.
Jamás un nosotros, pero aquí estoy, esclavo de la soledad, esperando tu compañía.